El orden es un criterio fundamental en la gestión de un restaurante, así que empezaremos por lo más básico: los pedidos.

Puede que te dé la sensación de que tienes todas las referencias en la cabeza y nunca se te olvida pedir algo. Nada más lejos de la realidad. Tu cabeza está en mil sitios y es imposible que recuerdes todas las referencias de memoria.
Pero no solamente eso, la hoja de pedidos debes aprovecharla para convertirla en una guía rápida de compra, en la que aparezcan los stocks mínimos y máximos, los datos de contacto del proveedor así como los días de reparto y pedido a cada proveedor.

Ello te va a permitir poder delegar con mayor seguridad parte del proceso de compra así como evitar roturas de stock que te dejen sin género y evitar compras de productos que ya tenías en stock.

Cuando hagas la compra, ¡no la hagas de cabeza!

Te recomendamos que organices tu hoja de pedidos por proveedor incluyendo únicamente los productos autorizados para comprar. Incluye también los datos de contacto de los proveedores, los días de pedido y entrega y cualquier otra información de interés tal como pedidos mínimos, horario de entrega…

Es interesante utilizar la misma descripción de los productos que utiliza el proveedor, así el proveedor y tú hablareis un mismo idioma, lo que facilitará la comprensión entre ambos.

Finalmente, podrá interesarte incluir los precios de cada referencia para ser consciente en todo momento del volumen de compra además de tener un listado accesible con los precios, sin tener que tener un listado exclusivo para precios.

Un 30 % de lo que factures se irá en la compra de materia prima. Es primordial controlar la compra para asegurar la rentabilidad.

Como ves, una hoja de pedidos puede resultar un manual de compra en sí misma que resulta ser de gran utilidad para controlar algo tan complicado e importante como es la compra.